La primavera está a punto de llegar, pero todavía le quedan algunos días al invierno. Preparémonos para despedirlo con una cabaña sumamente inspiradora en uno de mis estilos favoritos: el escandinavo. Por si fuera poco, añadimos algunos detalles rústicos, como madera y tejidos naturales… de esos que aportan la justa dosis de calidez en la paleta del blanco y negro. ¿Qué dices?
Spring is just around the corner, but there are a few days left of Winter yet. So I say, let’s say goodbye to the chilly weather with a truly inspiring cottage, in one of my most favorite styles of all: Scandinavian. Better yet, let’s add some rustic accents, such as raw wood and natural fibers… giving the perfect dose of warmth to the black and white palette. Shall we? I say we shall 🙂
Como siempre lo digo, adoro la mezcla de blanco, negro, gris y el café de la madera al natural. Me encanta la calidez que le aporta al ambiente. Esta casa es una muestra viva de que la buena decoración no tiene por qué ser complicada. Los muebles son sencillos, sin pretensiones, pero los accesorios le dan un toque muy especial: cajas reutilizadas, madera recuperada, mimbre tejido, frascos de vidrio, la gran lámpara industrial… en fin, todo me hace suspirar 🙂 Por si fuera poco esas vistas de la montaña y el mar… ¡qué ganas de estar ahí!
As I’m always saying, I love the mix of black, white, grey, and wood tones. I love the warmth it adds to the room. This house shows great spaces don’t need to be expensive or complicated. The pieces of furniture are very simple, but the accents are amazing: reclaimed boxes and wood, natural fibers, glass, and the huge industrial pendant… it’s all so gorgeous together 🙂 And then, of course, the mountain and bay views –how I wish I was there!
imágenes: klikk
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